Cuando nos adentramos al mundo del emprendimiento, deseamos saber cuáles son las mejores bases para nuestro proyecto y, como bien mencionaba Gonzalo Martínez Pérez, uno de los objetivos indispensables que debemos tener antes de iniciar es hacer nuestra planeación, ya que ahí no tan solo sabremos qué queremos conseguir a corto o mediano plazo, sino también consideraremos la prospección económica que invertiremos en cada paso, desde inmobiliario y equipo de trabajo, hasta los impuestos relacionados a nuestros servicios o productos.
Curiosamente, desde estudiantes de economía hasta emprendedores de antaño se les puede complicar el tema del IVA. Así que primero no olvidemos que el al valor agregado se genera a partir de cualquier consumo de bienes, productos o servicios y que en México es del 16%.
Dicho lo anterior, hay que tener en cuenta al IVA dentro de nuestra prospección económica, desde conocer cuáles son los tipos —acreditable y de traslado— hasta cómo acreditar el impuesto en el extranjero, si es el caso. Sin embargo, ¿cómo estos podemos utilizarlos a nuestro favor?
Si bien cada cosa que compremos para nuestro negocio incluye IVA, ese costo extra podría no aplicar cuando compramos mercancía o productos que tengan como propósito venderse. Pongamos un ejemplo: un emprendedor decide iniciar un negocio de ropa, para ello, en primer lugar, tendría que obtener su mercancía. Recordando que el IVA que se aplica es del 16% y si analizamos sus primeras 5 compras de la semana, podríamos observar lo siguiente:
Concepto | Importe | IVA | Total a Pagar |
---|---|---|---|
Compra 1 | $ 1,200 | $ 192 | $ 1,392 |
Compra 2 | $ 1,500 | $ 240 | $ 1,740 |
Compra 3 | $ 700 | $ 112 | $ 812 |
Compra 4 | $ 1,300 | $ 208 | $ 1,508 |
Compra 5 | $ 500 | $ 80 | $ 580 |
TOTAL: | $ 5,200 | $ 832 (IVA acreditable) |
$ 6,032 |
Lo que se muestra en la columna del IVA y que, por lo tanto, el emprendedor está pagando, es llamado IVA acreditable. Ahora, ¿cómo podrá utilizar esto a su beneficio?
A cualquier otra persona que no tiene un negocio se le cobraría este IVA. Sin embargo, al ser el dueño de una tienda de ropa, esa cantidad de IVA de $832 podrá reclamarla parcialmente de vuelta a partir del IVA de traslado.
Esto se debe a que, al vender un producto, este también se debe vender con su respectivo IVA, es decir, el emprendedor (que compró en un inicio la mercancía) se convierte ahora en la “tienda” y pone un nuevo IVA al producto que vende. A ese impuesto se le conoce como IVA de trasladado. Por obvias razones, al buscar su ganancia, nunca venderá la mercancía al mismo precio que la adquirió.
Por lo tanto, si alguien pregunta: ¿cómo puedo pagar menos IVA? Hay que tener en cuenta que el vendedor no es el que paga el IVA, sino el cliente, ya que es el último consumidor.
Regresando a nuestro ejemplo, si el total a pagar de adquisición final del emprendedor fue de $6032, él tendrá que agregar el 16% en cada producto a la hora de la venta, dando un resultado de ganancia de $965.12, que al fin de cuentas el cliente final está pagando al emprendedor. En consecuencia, lo que pagará de impuestos será la resta del IVA acreditable ($832.00), menos la ganancia que adquirió del cliente final, pagando así un total de impuestos de $130.12.
$965.12 - $832.00 = $133.12
En conclusión, si conocemos a profundidad los tipos de IVA o contamos con la ayuda de un experto en los temas de contabilidad, podremos planificar mejor dónde adquirir el producto inicial y en cuánto posteriormente venderlo, para así alcanzar nuestros objetivos y lograr la ganancia deseada.