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Después de 21 años, México vuelve a uno de los escenarios más complicados: la inflación. Aunque el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1.94% anual en el segundo trimestre, la realidad es que el desarrollo económico dista de ser mejor.
Por otro lado, el Banco de México (Banxico) anunció que, en la primera quincena de julio, la inflación subió a 8.16% y, en sus intentos de frenarla, elevó las tasas de interés para reducir las compras nacionales que provocan presiones inflacionarias, pero ni así es suficiente.
Además de afectar el precio de los alimentos y el combustible, este fenómeno también hace de las suyas en el sector empresarial. Tanto empresarios como emprendedores ya deben, a estas alturas, saber cómo crecerán y no solo cómo sobrevivirán a esta situación.
Sin duda, 2022 será un año complicado y, probablemente, 2023 lo sea aún más. México podría entrar en una recesión para mediados del próximo año; misma que duraría por lo menos 9 meses hasta 2024, así lo prevé la consultora Moody’s.
Ante tal panorama adverso, México necesita un plan que refuerce el mercado interno, mediante la inversión y el empleo digno, sin olvidar que la política social, de la actual administración, sea efectiva y reduzca la pobreza e inflación.
Asimismo, valdría la pena que el tema de las remesas, manufacturas y exportaciones fueran una prioridad en la agenda pública, ya que estos podrían tener resultados desfavorables por la ralentización de la economía del país vecino.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que, para finales de 2022, la tasa de inflación será de 7.40% a nivel mundial y de 6.81% en México, lo que ha reflejado un aumento del costo de la vida.
Pero este no ha sido el único año en el último lustro con una inflación imparable. En 2017, el país también alcanzó su momento más alto (6.04%). Mientras que Banxico también pronosticó que la inflación será de 7.80% al cierre de 2022.
Teniendo en cuenta estos datos, se confirma la complicada situación en la que se encuentra la economía mexicana, donde el PIB no ha vuelto a las cifras prepandemia, cuando el crecimiento económico mundial era positivo en 2021.
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