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Al igual que los relatos convencionales, la narrativa organizacional busca transmitir emociones y captar la atención del público, solo que esta última debe ser contada de otra forma. Dean Brenner, experto en comunicación persuasiva, lo demuestra en un artículo que escribió para Forbes.
Cada vez que hay oportunidad, sus clientes le hacen la misma pregunta:
“¿Cómo evito que la gente salte a la última diapositiva?”. A lo que Brenner contesta: “¿Por qué crees que quieren llegar ahí primero?”. La mayoría sabe la respuesta: “Porque quieren ver primero el resumen”.
En un ambiente empresarial, el suspenso en la narrativa no es prioridad. Si los clientes no entienden desde un inicio la información, dejarán de prestar atención, quedando confundidos y sin entender el objetivo de la presentación.
Entonces, ¿cómo se puede conseguir la atención de la audiencia en un ambiente empresarial? Brenner, en ese mismo artículo, presenta 6 simples pasos, siendo el primero el más complicado, pero el más importante.
Comenzar por la última parte, elimina el suspenso. Una vez que lo hayas hecho así, podrás regresar al inicio, sabiendo que tu audiencia no se distraerá por entender hacia dónde los estás llevando.
Es importante captar la atención de la audiencia, pero no te olvides del objetivo principal de la historia. De hecho, debes pensar primero en el objetivo de la historia que contarás.
Conocer a tu público te permitirá saber qué narrativa es la apropiada. Pero cuando sabes cuáles son sus necesidades, entonces habrás conectado con ellos de manera emocional.
¿Puedes resumir tu argumento en un tweet? Si no puedes hacerlo es porque no es lo suficientemente simple. Hay un límite para nuestra capacidad de atención y el reto está en captarla en el menor tiempo posible.
La mayoría de las historias tienen un antagonista, en este caso, un problema que, si es lo adecuadamente vívido y real puede unir a la audiencia para buscar la solución del mismo.
De acuerdo con Storytelling 101 se deben usar tres actos para enmarcar la historia. Pueden estar al inicio, en medio y al final. De esta manera, ofrecerás suficientes detalles para atraer a la audiencia sin perderlos en la historia.
Por lo tanto, si se trabaja en un buen business storytelling, hay una alta probabilidad de hacer que cualquier presentación sea más persuasiva y que el narrador sea más memorable, creíble e influyente.
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