Es un hombre que encarna la cultura del esfuerzo. Así podría definirse a Sergio Javier Molina Martínez, quien comenzó su carrera en el mundo del derecho con la visión clara de lograr un sistema judicial equitativo y honesto. Hijo y nieto de mineros, dejó su natal Chihuahua para mudarse a la Ciudad de México y consolidar uno de sus más grandes sueños: ser abogado de todos los trabajadores.
Sus primeros pasos en el ámbito jurídico fueron como chofer de funcionario, una experiencia que le brindó el sustento para edificar una sólida carrera judicial. Desde entonces, cada nuevo paso ha sido una conquista personal basada en el trabajo y el compromiso, porque “todo lo que he obtenido se debe al esfuerzo, a tener sueños y diariamente luchar para materializarlos”, asegura.