Antes de abordar el tema, debemos tener claro que el Poder Judicial de la Federación (PJF) es un órgano del Estado que surge en función de la democracia jurídica Constitucional, por lo que no debe estar subordinado a sus homólogos, intereses de particulares o individuales, sino para administrar justicia a quienes acudan a solicitarla contra actos arbitrarios, omisiones o normas inconstitucionales provenientes de cualquier autoridad sin respeto a los derechos humanos y fundamentales, así como de la Ley Fundamental, esto a fin de limitar y controlar al Poder.
El discurso para soportar la llamada reforma al PJF se basa principalmente en que sus titulares tienen prestaciones y privilegios exclusivos, no obstante, existe nepotismo y corrupción.